“LA PULSION, UNA PARTICULARIDAD DEL SER HUMANO. Cap III.- Movimientos y Combinatorias de la Pulsión"
En esta época de su teoría, Freud establece dos pulsiones básicas: las del YO (o de conservación) y las sexuales. Este descubrimiento lo realiza a partir de las Neurosis de Transferencia, especialmente de las perturbaciones de la vida psíquica. Sin embargo, hasta este momento plantea que solo ha sido posible aislar las pulsiones sexuales para su estudio.
Existen numerosas pulsiones sexuales que proceden de múltiples fuentes orgánicas, actúan en forma independiente y luego se reúnen para conseguir el placer de órgano y posteriormente, ponerse al servicio de la procreación (desde aquí se evidencian como "sexuales"). En un primer momento se apoyan en las pulsiones de conservación, luego se separan, pero al realizar las elecciones de objeto, lo hacen según los caminos que estas pulsiones van marcando. La facilidad que tienen las pulsiones sexuales para reemplazarse unas a otras y la capacidad de cambiar indefinidamente de objeto, las habilita a realizar funciones alejadas de los actos finales más primitivos.
Ejemplos de estos movimiento realizados por la pulsión, serían la Transformación en lo Contrario, la Orientación hacia la propia Persona, la Represión y la Sublimación.
En el primero ejemplo se pondrían en juego los fines ("ziel") de la pulsión y en el segundo, el cambio de objeto, pero con permanencia del mismo fin. Sin embargo, también se pueden dar distintas combinatorias.
Una posible combinatoria es lo que se pone en juego es la polaridad actividad-pasividad, que se relaciona con la transformación en lo contrario. Esta polaridad sería el concepto base para entender las relaciones vinculadas al "sadismo-masoquismo" y a la "escopofilia (placer visual)-exhibición". Sin embargo, esta dinámica también se relaciona con la orientación hacia la propia persona, ya que el masoquismo se trataría de un sadismo o agresión hacia el propio Yo y la exhibición estaría relacionada, también, con una contemplación del propio cuerpo.
En este sentido, estos fenómenos serían parte de una misma dinámica. En el primero, se produce violencia contra otro. Luego, este objeto es abandonado y sustituido por el propio sujeto. En un tercer momento, se busca otra persona, como objeto, que se encargue de ejercer el papel de Sujeto. Es decir, esta dinámica implica una transformación de un fin activo hacia uno pasivo y un cambio de objeto: Yo le pego a otro-Yo me pego a mi-Otro me pega a mi. Experimentar dolor es masoquista, causarlo es sádico. Pero se trata de dos caras de una misma moneda: su goce es originariamente masoquista, pero se convierte en un fin en alguien sádico.
En esta compleja dinámica hay también variantes. Por ejemplo, en la neurosis obsesiva se llegaría solo hasta el segundo momento, ya que existiría una orientación a la propia persona, sin que esté implicada una pasividad en relación a un otro. De ahí el auto-tormento, el auto-castigo propio del obsesivo.
La dinámica escopofilia-exhibicionismo es similar a la anterior, ya que el fin activo aparece antes que el pasivo, en tanto la contemplación precede a la exhibición. Existe también una contemplación hacia un objeto ajeno, que luego se abandona para contemplarse el propio cuerpo, ocupando un lugar de pasividad: "ser contemplado". En un tercer momento, se busca otro Sujeto al que la persona se muestra para "ser por él contemplado". La diferencia es que en esta polaridad existe una fase previa en la cual la escopofilia es autoerótica, en tanto el sujeto encontraría primero su objeto en el propio cuerpo y luego lo cambiaría por el ajeno. Esta fase preliminar sería un tipo de formación narcisista, ya que se relacionaría con una fase temprana del Yo, en la cual existiría una satisfacción auto-erótica de las pulsiones sexuales.
Habitualmente en las pulsiones que actúan autoeróticamente, el órgano que constituye la fuente (quelle) coincide casi siempre con el objeto. En la escopofilia, en cambio, el objeto es una parte del propio cuerpo, pero no es el mismo ojo.
Cap II.- La pulsión y sus características"
Continúa en: “LA PULSION, UNA PARTICULARIDAD DEL SER HUMANO.
Cap IV.- Tres Antítesis del Amor"
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