"COMPULSION A REPETIR, UNA MANERA ESPECIAL DE RECORDAR. V.- Representación-cosa y Representación-Palabra, su articulación.
Como se mencionó anteriormente, la pulsión reprimida aspira a su total satisfacción, a la repetición de un suceso primario y los contenidos del inconsciente que las representan son indestructibles. En un principio la descarga por parte del organismo se realiza de acuerdo al acto reflejo, accediendo a la consciencia conforme al placer y displacer, respondiendo al aumento y disminución de la excitación.
La representación-cosa se constituye como restos perceptivos directos. Los estímulos del exterior son captados por el sistema de percepciones (P), a través de los órganos de los sentidos y su inscripción se realiza en un sistema diferente, que está ubicado detrás del polo de percepción. La inscripción del acontecimiento será lo que se llama huella mnémica y su imagen tiene directa relación con la cosa. La representación-cosa deriva de esta imagen mnémica y se va conformando a partir de una catexis de huellas mnémicas: la huella mnémica es la inscripción del acontecimiento y la representación la recatectiza, la reaviva.
A medida que el organismo va incorporando experiencias y los estímulos del exterior e interior van realizando nuevas investiduras e inscripciones en el aparato psíquico, se empiezan a asociar, por simultaneidad, otros elementos, cuyos vínculos van constituyendo totalidades mayores, hasta que se produce la alucinación.
Las sucesivas investiduras de la cosa van transformando la energía libre en ligada y se empiezan a generar las representaciones-palabras. El enlace entre ambas representaciones se produce a partir del componente visual de la representación-cosa y el sonoro de la palabra, dando lugar a la representación-objeto.
En el texto “Lo Inconsciente”, de 1915, Freud dice: “la representación consciente engloba la representación-cosa mas la representación de palabra correspondiente, mientras que la representación inconsciente es la representación de cosa sola”.
El efecto de ambas representaciones es que se va sustituyendo el principio de placer por el de realidad, que gobierna el proceso secundario. Las representaciones-palabra van enlazando la verbalización y la toma de consciencia.
Si en un principio la pulsión aspiraba a su total satisfacción y su descarga se realizaba en función del placer y displacer, la instauración del sistema Pre-consciente permite elevar a consciencia los procesos de pensamiento, logrando una cualidad nueva.
Viene de: “COMPULSION A REPETIR, UNA MANERA ESPECIAL DE RECORDAR
Cap IV.- La Represión"
Continúa en: "COMPULSION A REPETIR, UNA MANERA ESPECIAL DE RECORDAR
VI.- Síntesis"
La representación-cosa se constituye como restos perceptivos directos. Los estímulos del exterior son captados por el sistema de percepciones (P), a través de los órganos de los sentidos y su inscripción se realiza en un sistema diferente, que está ubicado detrás del polo de percepción. La inscripción del acontecimiento será lo que se llama huella mnémica y su imagen tiene directa relación con la cosa. La representación-cosa deriva de esta imagen mnémica y se va conformando a partir de una catexis de huellas mnémicas: la huella mnémica es la inscripción del acontecimiento y la representación la recatectiza, la reaviva.
A medida que el organismo va incorporando experiencias y los estímulos del exterior e interior van realizando nuevas investiduras e inscripciones en el aparato psíquico, se empiezan a asociar, por simultaneidad, otros elementos, cuyos vínculos van constituyendo totalidades mayores, hasta que se produce la alucinación.
Las sucesivas investiduras de la cosa van transformando la energía libre en ligada y se empiezan a generar las representaciones-palabras. El enlace entre ambas representaciones se produce a partir del componente visual de la representación-cosa y el sonoro de la palabra, dando lugar a la representación-objeto.
En el texto “Lo Inconsciente”, de 1915, Freud dice: “la representación consciente engloba la representación-cosa mas la representación de palabra correspondiente, mientras que la representación inconsciente es la representación de cosa sola”.
El efecto de ambas representaciones es que se va sustituyendo el principio de placer por el de realidad, que gobierna el proceso secundario. Las representaciones-palabra van enlazando la verbalización y la toma de consciencia.
Si en un principio la pulsión aspiraba a su total satisfacción y su descarga se realizaba en función del placer y displacer, la instauración del sistema Pre-consciente permite elevar a consciencia los procesos de pensamiento, logrando una cualidad nueva.
Viene de: “COMPULSION A REPETIR, UNA MANERA ESPECIAL DE RECORDAR
Cap IV.- La Represión"
Continúa en: "COMPULSION A REPETIR, UNA MANERA ESPECIAL DE RECORDAR
VI.- Síntesis"
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