"PULSIONES y SOCIEDAD de CONSUMO, Una Promesa sin fin" Cap. IV.- Nuevas Patologías de la Sociedad Actual

El concepto de "pulsión" entrega un marco para ir vislumbrando ciertas particularidades que se están manifestando en nuestra sociedad contemporánea y que han producido nuevas patologías a partir de los fenómenos de consumo actuales. 

La cultura occidental de los últimos tiempos, se ha constituido en torno a la industrialización masiva de productos, que se adquieren en forma inmediata, que son fácilmente reemplazables y que se encuentran al servicio de los ciudadanos y de su comodidad. Este proceso ha ido constituyendo nuevas subjetividades, otras maneras de instalarse en el mundo, de estar y de relacionarse con el otro. Además, se han ido produciendo nuevas temporalidades, referencias espaciales, formas de satisfacción y también, nuevos síntomas y enfermedades.

Si se toma como referente el paradigma anterior en el cual se establecen dos funciones del acto de mamar como parte de la constitución del psiquismo, se puede dilucidar el concepto de "pulsión" y su particularidad en el ser humano, a diferencia del mundo animal. Lo fundamental de este concepto es que las necesidades fisiológicas del cuerpo humano se empiezan a distanciar del acto mismo que produce su satisfacción. En el ejemplo de la comida, la satisfacción pulsional empieza a tomar su propio camino, dándole un uso particular a lo que se va "echando a la boca", transformándolo en un objeto de goce, que ya nada tiene que ver con la necesidad inicial de la nutrición propiamente tal. 

Para la constitución subjetiva del niño es fundamental que ocurra este proceso, ya que el sujeto no solo debe ser alimentado de comida, sino también de cariños, emociones, palabras, calor y todo lo que implica el lazo con la madre. Dice Graciela Sobral: "El ser humano no es un sujeto de la necesidad. Para el niño es más importante el amor que le procura la relación con el Otro Primordial, la madre, que la satisfacción de la necesidad(...). El alimento es un intermediario entre el Otro y el niño, es el objeto en torno al cual se pone en juego la pulsión oral". Sin embargo, cuando esta satisfacción se transforma en algo inmediato, sin intervalos, sin espacios de espera, sin distancia, el "alimento", empieza a determinar la relación y el niño va quedando "capturado en las redes de la demanda del Otro", sin poder rechazar lo que se le ofrece, sin lograr separarse. Va quedando ligado a su objeto de satisfacción, sin espacio, sin regulación del placer, obligado a consumir al infinito. "Plenitud que ahoga", le llama Graciela Sobral. 

A medida que el sujeto se va instalando en esta dinámica, el alimento empieza a ocupar un lugar privilegiado en el psiquismo, donde todo gira alrededor de su obtención, de la expectativa de placer asociada y de generar condiciones para su consumo. Luego, este "alimento" es reemplazado por otras "sustancias" con las cuales la persona va estableciendo una relación al objeto similar al de origen: consume drogas, medicamentos, sexo, objetos tecnológicos, compras innecesarias, incluso personas

Estas formas de relacionarse con los objetos muestra como las necesidades vitales del ser humano se empiezan a distanciar del acto mismo que produce la satisfacción y terminan desapareciendo, hasta el punto en que la persona no logra distinguirlas y reconocerlas.

Este modo de funcionar ha sido fundamental en la constitución de la sociedad de consumo actual, que se caracteriza por ser productora e incitadora del consumo excesivo de objetos. Se trata de un sistema que "ofrece" objetos como una manera de satisfacer "necesidades", pero además, va creando nuevas "necesidades" en los sujetos. Los sujetos "necesitan", adquieren rápidamente, usan y botan porque "necesitan" otro.... y así sucesivamente. 

Si partimos del supuesto de que la necesidad desaparece a medida que la pulsión realiza su trabajo ¿Qué es lo que se ofrece, entonces, en la sociedad de consumo? ¿Hacia donde apunta esta "oferta"?, ¿Qué buscan efectivamente los consumidores?

Al parecer en nuestra cultura no se hace la distinción entre necesidad y pulsión. Sería interesante incorporar este concepto para dilucidar de mejor manera cómo los excesos en el consumo van configurando nuevos sujetos. También para vislumbrar cómo esta forma de configuración social ha tenido efectos en la "producción" de nuevos tipos de patologías físicas y psíquicas.


 FIN

Viene de: "PULSIONES y SOCIEDAD DE CONSUMO, Una Promesa sin Fin"
               Cap III.- La Pulsión y sus Efectos

Referencia:  LA OBESIDAD, UN PROBLEMA PSÍQUICO. Por Graciela Sobral (Madrid).

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