"Paradójas entre LIBERTAD y SEGURIDAD"
VIENE DE: "Sobre "LO LIQUIDO" en PSICOANALISIS"
Desde
el primer capítulo del libro, se empieza a establecer un diálogo cibernético, via
correo electrónico, entre ambos autores, en el que Z. Bauman va marcando la
pauta y G.Dessal le va respondiendo.
“LIBERTAD Y SEGURIDAD: UN CASO DE
HASSLIEBE”, es el nombre de este capítulo, escrito por Z.Bauman, a
propósito de una conferencia realizada en la Asociación Psicoanalítica
Británica, el año 2012. “Hassliebe” se traduce como “una relación de amor-odio”.
En
este capítulo, Bauman parte de una cita dicha por Freud el año 1929, en la que plantea que el sufrimiento (o la amenaza de este) es más frecuente en la vida del
ser humano, que el “goce intenso” que estaría dado por la felicidad. A
partir del texto, “El Malestar en la Cultura”, las tres causas que amenazan el
bienestar, serían la supremacía de la naturaleza, la fragilidad del cuerpo y
las relaciones humanas.
El
hecho de que la amenaza de sufrimiento haya sido una constante en la vida, ha
producido que el “proceso de la civilización” se haya enfocado principalmente
en localizar y obturar estas tres fuentes de infelicidad humana. Si bien se han
logrado “avances” en las primeras dos, en la tercera aún persisten las
dificultades y, al parecer, seguirá siendo un escenario de conflicto.
Tomando
nuevamente las paradojas propuestas por Freud, la “civilización” estaría sostenida
en una transacción que nunca resulta ser completamente satisfactoria, ya que para
participar y obtener algo de ella, hay que renunciar a otra cosa. Desde esta premisa, Bauman establece los ejes Libertad-Seguridad
como dos fuerzas antagónicas
irreconciliables: en tiempos de Freud,
las aflicciones y malestares psicológicos provenían de la renuncia a gran parte
de la libertad, a cambio de un incremento en la seguridad. Paradógicamente,
esta coerción de la libertad es la que ha dado paso al “proceso civilizatorio”, pero así también al descontento, extendido y endémico, de la vida civilizada. De aquí, el malestar.
Desde este supuesto proviene el planteamiento de Freud en 1929, con el que Bauman inicia el
capítulo, a partir del cual se pregunta si esta conclusión sigue siendo así
más de 80 años después.
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